senPublicamos este artículo sobre Senegal escrito por María Puig Perez secretaria de administración local con habilitación de caracter nacional y colaboradora de MUSOL en el que expresa sus impresiones durante el tiempo que vivió en este país

Aterricé en Dakar, capital de la República de Senegal en noviembre del año 2012, llena de ilusiones e incertidumbres sobre cómo sería vivir por un tiempo en un país que sin ser excesivamente lejano al nuestro, sin embargo nada parecía tener que ver. No obstante, en mi vivencia personal, que puede ser diferente a la de otras personas, cuanto más viajo o más entro en contacto con otros entornos geográficos o culturales, me resulta llamativo descubrir que hay una serie de sentimientos esenciales y pautas en la forma de vivir que son reconocibles, por ser compartidos, en cualquier grupo social. Con todo, el contraste y el impacto de “lo diferente” que uno observa nada más llegar al aeropuerto Léopold Sédar Senghor, es enorme, empezando por la elegancia de las vestimentas de las mujeres y los hombres, con sus impolutos y radiantes bubús de vivos colores, el olor y calor de sus calles, ese olor que es una mezcla entre el café que ofrecen los vendedores ambulantes y las comidas preparadas por las mujeres en los pequeños fogones a la intemperie, el bullicio de los mercados repletos, o el parón repentino que sufren las ciudades y pueblos el viernes por la mañana a la hora del rezo

artículo completo aecid11Julio2011

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